Bueno, otra experiencia más, conducir de vuelta a casa con niebla espesa que impedía, por momentos saber donde te encontrabas, nunca se me hizo tan largo el puente de Rande, por la falta de referencias visuales a ambos lados.
Pero, aún por autopista y velocidades legales, en ningún momento hubo sensación de peligro, aunque, por precaución había que estar pendiente de todo, más de lo habitual.